martes, 7 de junio de 2011

7. Como nos afecta la contaminación en los canales

La zona turística es la más poblada y en ella se recargan los canales de agua en tiempos de seca, pero ésta que no es de buena calidad pues proviene del Distrito Federal y es deficientemente tratada, lo cual afecta ecológicamente al sistema", explicó Josué Sandoval, habitante de Xochimilco. 6
También se observa un desgaste irreversible en los canales y la zona chinampera, provocado por el crecimiento a gran escala de la mancha urbana en terrenos exclusivos para cultivo, así como el uso de químicos para sembrar flores, los cuales se ocupan como fungicidas u hormonas.
Cabe destacar que en el caso de la flora, 27 especies de plantas acuáticas (de un total de 67) están extintas de la región chinampera.6
8. Enfermedad y muerte en canales de Xochimilco
Miles de litros de aguas negras, provenientes de drenajes clandestinos, son derramados diariamente a los canales y riberas de Xochimilco.7
En esas aguas, donde se reproducen peces como la carpa y la mojarra, o especies endémicas como el ajolote, el acocil y el charal, se vierten las descargas de los baños y lavaderos de las viviendas, y hasta hace un par de semanas ocurrió lo mismo con los desechos de los baños públicos instalados a lo largo de los canales turísticos. 7

Existe un latente daño a la salud cuando los lugareños sacan algunos de esos peces para el consumo familiar o bien para comercializarlos entre los visitantes.

Durante un recorrido efectuado por varios puntos de sus 180 kilómetros de canales y sus 360 kilómetros de riberas, se pudo constatar los daños causados a la ecología por esas prácticas: enfermedades respiratorias, gastrointestinales y de la piel en vecinos; olores fétidos, mortandad de peces, resequedad en las riberas: en fin, una drástica alteración del entorno ambiental.
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Un ejemplo concreto sucede en la zona de El Paraíso o Xicoloacán, del pueblo de Santa Cruz Acalpixca, donde las más de 700 viviendas de ese asentamiento irregular vierten sus aguas negras a un colector subterráneo que desemboca en la ribera del canal de Coltongo, donde cascajo, huacales, botellas y demás desperdicios integran el escenario. 7
El olor es insoportable Felipe Velázquez, vecino del lugar, afirma: "esa descarga de aguas negras tiene más de cinco años; ya hemos pedido a la delegación que haga algo, le hemos planteado que podemos colaborar a la limpieza del lugar, pero ni nos atiende".

Asegura que varios niños se han enfermado de la piel y han contraído enfermedades gastrointestinales por vivir en casas cercanas a esos derrames, que causan la proliferación de fauna nociva. Y añade que en época de calor la pestilencia es aún peor.

"Hace poco -menciona- vino personal del Instituto Mexicano del Seguro Social para evaluar la situación, porque hubo el caso de cinco niños que estuvieron al borde de la muerte por los padecimientos generados por el hedor y la contaminación, pero ni así hacen algo”.
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Un par de kilómetros más adelante se encuentra el embarcadero de Santa Cruz Acalpixca, que con inversión aproximada de 4 millones de pesos se proyectó, hace dos años, como un desarrollo turístico-cultural, pero a la fecha se encuentra abandonado. Quizá una de las causas sea que ahí también desembocan dos grandes tubos de drenaje, los cuales arrastran los desechos de casas instaladas en chinampas aledañas. 7
El panorama en el embarcadero es desolador, pues en sus orillas, entre los lirios, se puede ver botellas, palos y peces muertos. Basta introducir una vara y remover un poco el agua para no sólo liberar olores fétidos, sino también decenas de peces muertos.

En ese lugar es común encontrar a las brigadas de salud que visitan los hogares para prevenir las continuas enfermedades gastrointestinales entre la gente que extrae agua de pozos subterráneos contaminados por las aguas negras, que es utilizada para su consumo doméstico.
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Otro caso se observa en la cerrada de Desiderio Peña, en el barrio de San Jerónimo. Ahí se instaló un largo drenaje, que desemboca en un afluente de los canales turísticos para captar las aguas pluviales, pero fue dañado por vecinos que se "colgaron" de él para verter sus aguas negras en el mismo lugar.

No sólo eso. La vecina Lorena Olivares sostiene que en la época de lluvia se tapan las coladeras, y cada año tienen que acudir los bomberos para desaguar la zona; sólo que el lodazal extraído con mangueras se arroja a los canales de Xochimilco. "Entonces, de qué sirve que estén limpiando ahí sí con las lluvias se arroja más desperdicio”.
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Durante el recorrido se detectó en el callejón Siete Vueltas, del barrio de San Diego, una planta de tratamiento, cuya función es captar las aguas negras que se estancan ahí por el desnivel del suelo para, ya limpias, enviarlas a la laguna de San Diego.

Sin embargo, los vecinos aseguran que "rara vez" funciona ese sistema, y cuando lo hace es sólo una o dos horas, y así se corroboró el día del recorrido: la planta estaba fuera de servicio y por ende el agua, sin tratar, escurría por todas partes.
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